Un viaje fotográfico de Tarannà Viajes con Sentido es una experiencia absolutamente apasionante puesto que en él se disfruta de la pasión por la fotografía y de la ilusión por el viaje. El entusiasmo por ambas actividades lleva a vivir una aventura verdaderamente especial que siempre se recuerda en la memoria y en el testimonio de las buenas fotografías que nos acompañan de regreso.
De hecho, el mundo del viaje y la afición por la fotografía siempre han estado unidos, ya que todos guardamos como nuestros pequeños tesoros las fotos del viaje que realizamos a tal lugar, lo que ayuda a conservar siempre fresco un recuerdo importante de nuestra vida.
Partiendo de estas premisas y de nuestra dilatada experiencia, en Tarannà Viajes con Sentido siempre seguimos trabajando en este campo para ofrecer a nuestros clientes viajeros, amantes de la fotografía, un abanico de destinos y rutas para poder gozar de un extraordinario viaje y para poder desarrollar el potencial fotográfico además de ampliar conocimientos o aprender nuevas técnicas.
¿Qué es lo que distingue y diferencia un viaje fotográfico de cualquier otro tipo de viajes?
En los viajes fotográficos, que se realizan en grupos reducidos, siempre estarás acompañado por un reconocido fotógrafo que es un gran experto, tanto en el mundo de la imagen como en el país que se visita. Los días que convivamos con él nos transmitirá sus conocimientos a través de las diversas sesiones de análisis de todos los trabajos que desarrollaremos durante el viaje.
Evidentemente, los destinos han sido cuidadosamente elegidos teniendo en cuenta su calidad medioambiental, la intensidad y belleza de sus paisajes, sus atractivos étnicos, así como un entorno que sea privilegiado en luz y armonía.
Por consiguiente, el viaje fotográfico está básicamente diseñado pensando en objetivos fotográficos y bajo la supervisión del profesional de la fotografía que será el guía de la expedición.
La meta es sacar el máximo provecho de la luz, los espacios y las oportunidades que nos brinde el viaje. Por ejemplo, si se da la posibilidad de asistir a una fiesta local o a una ceremonia particular del lugar, se dará preferencia a ello para disfrutar de la experiencia y para efectuar un trabajo fotográfico al respecto.
La luz y su aprovechamiento es un factor clave en la ejecución de las etapas del viaje.
Otro tema peculiar de estos viajes es el ritmo, que debe ajustarse a una óptima preparación en tiempo y ubicación de lo que será la próxima visita y actividad del itinerario.
También se habilitan los instrumentos y los dispositivos del viaje a poder desarrollar perfectamente la actividad. Por ejemplo, en un safari fotográfico, como máximo van tres personas por coche, con lo que el espacio para acomodar correcta y operativamente el equipo de imagen, es amplio y suficiente.
Total asistencia técnica y personal
Cualquier nivel de conocimientos fotográficos es suficiente para realizar un viaje de este estilo, ya que el fotógrafo-guía de la expedición se ocupará de la asistencia técnica que precisa cada participante.
Para las actividades programadas en el itinerario, previamente se realizan charlas para preparar las visitas, en las que se transmite la explicación técnica del lugar, así como también se cuenta la historia y significado de la ceremonia que se irá a presenciar, o las características culturales del paraje, que el director del viaje conoce como experto en el lugar. Este conocimiento hace que se logre un mejor y mayor rendimiento en las instantáneas que conseguiremos.
Durante el viaje, igualmente se imparten charlas técnicas de aprendizaje fotográfico. Conocer mejor las prestaciones de nuestro equipo. Repasar nociones básicas de fotografía para aprovechar la luz y el lugar. Saber cómo solucionar rápidamente situaciones que se puedan producir durante nuestro reportaje fotográfico.
Asimismo se aprovechan las últimas charlas del viaje para instruir acerca de cómo realizar una selección adecuada de las imágenes que hemos captado y con ellas explicar perfectamente la historia vivida. Explicar las experiencias a través de la fotografía es verdaderamente muy enriquecedor.
Todo lo citado, unido al espléndido sentido de camaradería que se vive en el trayecto y a la belleza incomparable de los destinos, hace de un viaje fotográfico algo realmente muy interesante. La experiencia vivida nos dejará unos conocimientos prácticos que siempre utilizaremos. Habremos conocido algo tan fantástico como hallar el lugar idóneo para sentir y experimentar momentos únicos que podremos atrapar a través de nuestra cámara fotográfica.
