Cuatro líneas para contaros como acabé organizando y acompañando a nuestros grupos de trekking por las montañas de todo el mundo.
Yo nací a cero metros sobre el nivel del mar, nací mirando al sur; si hubiera tenido mejor vista podría haber visto los cuellos de las jirafas desde la terraza de la casa de mi abuelo. ¿Más pistas? Nací en Cádiz rodeado de agua y sin embargo siempre miré hacia el cielo. Desde pequeño me llamaron las montañas y cuando nos marchamos a vivir cerca de ellas comencé a visitarlas.
Entre monte y monte estudié psicología, después me especialicé en recursos humanos, busque trabajo y como los que se dedican a la selección de personal saben mucho de lo suyo, supieron que mi cabeza estaba más llena de piedras que de números y test; ¡¡Me dijeron que me buscara el pan en otro sitio¡ Así que, buscando un milagro, intenté convertir piedras en panes y me puse a trabajar con grupos de ingleses en Picos de Europa: “Jelou, gud morning ser, sam mor sidra leidi, dis is Naranjo de Bulnes frends¡¡¡” Fue una gran oportunidad para mejorar mi inglés. Las piedras se hicieron panes y comencé a vivir de esto.
Como en los cuentos, pasó el tiempo y cansado de tanto andar y tanto guiri, aterricé en Tarannà a finales de los 90 y desde entonces compagino la silla y el calorcito de la oficina con el frio de las montañas del mundo. Paseé mucho por el planeta, fui a Nepal y vi muchas cosas entre ellas la montaña más grande que hay, fui al desierto de Argelia y vi paisajes que no sabía que existían, en la Patagonia parecía que estábamos en una fiesta de disfraces y todos íbamos de cometas, en Asia Central volé por primera vez en helicóptero, en Uganda hice de esponja con la lluvia y en otros muchos lugares me pasaron cosas, unas buenas y otras no tanto, pero de todas ellas y de la gente con la que compartí camino, aprendí algo.
Me encontraba a gusto y entonces me detuve y pensé que aquí me quedaba… y aquí estoy, con una mano en el teclado y otra en el piolet, con un ojo en los números y otra en las cumbres.
Encantado de estar aquí tirando de este proyecto que es Tarannà Trekking, ayudando a los viajeros y montañeros a cumplir sueños.
Por eso eres guapo por dentro y por fuera, porque hay poca gente que consigue que su trabajo sea su placer, y eso se refleja en ti.
Muchas gracias Elvira, se nota que conoces muy bien anuestro compañero Enrique, compartimos tu opinión hacia él.