Os dejamos este vídeo de un día para recordar. Estábamos en plena vorágine en la oficina, finales de julio es quizás el momento de más trabajo y tensión del año. Hubiese sido un día más, pero ése día sabíamos que al final de la jornada habría una sorpresa. Solo sabíamos que un bus nos llevaría a una localización misteriosa. Después de cruzar Barcelona entre conjeturas sobre cuál sería el lugar y la sorpresa, llegamos al puerto olímpico, dónde nos esperaba un barco listo para zarpar. El objetivo: una relajante travesía en barco por el litoral para ver la puesta de Sol desde el mar entre copas de cava, risas, y música Chill Out. Una gozada que difícilmente olvidaremos. :)