En esta nuestra vida cotidiana, porque no reservar unos días preciosos para darnos una escapadita al paraíso? Cada persona tiene diferentes gustos y diferentes pasatiempos que pueden variar entre elegir gozar de algunas actividades invernales como esquiar, revolotear en el tobogán u optar por el tan popular “snowboarding”. Otros que viven en climas mas fríos y húmedos, donde el invierno es considerado el malvado diario, muchas veces alucinan con el encuentro de sí mismos en un paraíso tropical, donde puedan relajarse a sus anchas y bajo el sol, disfrutar de preciosas y blancas playas con azules aguas cristalinas.
Muchas veces los amantes de destinos elijen los lugares de siempre, pero esta vez los invito a “vivir” una experiencia insólitamente deliciosa, donde aquellas fotos de parejas disfrutando lánguidamente de los escenarios de blanca y suave arena que no terminan sino en el horizonte de los ojos, podrán ahora ser su próximo destino. Mientras las esbeltas y largas palmeras que se agitan al ritmo del viento, y las ondas que marcan el movimiento azul marino, y que llegarán gentilmente hasta las orillas de las playas, los esperan.
Posiblemente hasta este momento, estas imágenes las podríamos crear solo en un sueño, o por medio de esta lectura pero realmente existen pocos lugares en el mundo que pueden regalar esta fiesta visual, y que es perfecta para este nuestro mundo citadino que crece sin mesura y se despersonaliza de la misma manera, donde la gente necesita, un respiro real, lejos del ajetreo diario.
De algún modo, la gente se empecina en visitar una y otra vez los mismos lugares. Por todo esto si las visitas son fieles recurrentes a destinos ya conocidos, ya saben que estos lugares están casi siempre atestados de visitantes locales y turistas, siendo que no son exactamente lugares donde uno pueda alejarse y encontrar solo el sonido que nos regala el viento, el ir y venir de las olas y por qué no, el hermoso canto de algún ave exótica.
Afortunadamente, los pedacitos de paraíso en esta hermosa tierra, siguen existiendo, y las islas Boracay están invitándonos a sus tierras casi vírgenes y con facilidad de acceso para todo aquel que entienda el concepto de descansar en un paraíso casi celestial. La Isla de Boracay, que es parte de una impactante cadena de islas en Filipinas, es conocida como el grupo de islas Panay.
Esta Isla está tan solo 300 kilómetros al sur de Manila, y es conocida por sus playas de blanca y suave arena que se asemeja a minúsculas bolitas de algodón. Esta Isla es anualmente premiada y mencionada por su calidad como lugar exótico y casi sobrenatural. No olviden visitar este pedazo de encanto de una extensión de 10 kilómetros cuadrados, con la playa principal de 7 kilómetros de largo.
Los invitamos a Boracay un lugar donde las circunstancias benevolentes y absolutamente impactantes y desbordantes de belleza, les recompensaran con creces y lograrán hacerles olvidar los días de estrés y de trabajo en las ciudades, a cambio de una locación llena de naturaleza y paz.
Un regalo para jamás olvidar.
Elizabeth Kelley es un miembro de una red de blogs que escriben sobre temas de estilo de vida y de viajes en nombre de diferentes grupos y compañías como American Express. Con la Tarjeta Platinum American Express tendrá un mundo de privilegios y excelentes beneficios para viajar y acceso a mas de 600 salas VIP.
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