Descubrimos Marruecos, Egipto y Túnez, tres países mediterráneos con mucho que ofrecer.
Marruecos
El reino de Marruecos es la puerta a África y un destino cercano ideal para una escapada. En este país islámico encontrarás ciudades imperiales históricas con medinas laberínticas, maravillosos palacios y mezquitas, y sorprendentes paisajes: inmensas dunas en el Sáhara y bosques verdes del Atlas medio.
La ciudad de Marrakech es para muchos la primera toma de contacto con el país: es capital turística y uno de los centros culturales más importantes. El centro de la vida pública es la plaza Jemaa el-Fna, un gran espacio abierto situado en el barrio antiguo de la urbe que acoge a magos, acróbatas y narradores de cuentos.
Esauira, declarada Patrimonio de la Humanidad, es conocida como la perla del Atlántico. Es una ciudad blanca de pescadores perfecta para desconectar. En Fez podrás perderte en una de las medinas más impresionantes del mundo y desde allí podrás visitar el yacimiento romano mejor conservado del norte de África, Volubilis, también declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además, podrás ir a Meknès y visitar su precioso casco antiguo lleno de zocos y rincones mágicos. Otra ciudad que bien merece una visita es Chaouen, conocida como la ciudad azul y situada a los pies de las montañas del Rif.
Si tienes más días recomendamos también visitar las gargantas del Dadés y Todra; descubrir el desierto del Sáhara y pasar la noche en una jaima bajo un cielo estrellado. En Ouarzazate, la puerta de entrada al desierto, se encuentra el ksar de Ait Ben Haddou, un maravilloso pueblo de arcilla y adobe en una zona árida y rocosa.
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Egipto
Egipto, situado en el extremo noreste de África, es mundialmente conocido como el país de las pirámides. El Nilo, recorre todo Egipto, y le da vida. Navegar por él nos permite conocer la belleza de este país. De hecho, es en algunos casos la única forma de contemplar yacimientos arqueológicos y monumentos asombrosos que desgranan de forma desordenada la historia del antiguo Egipto.
Descubrirás los grandes templos de Luxor y Karnak -pasea por las salas de columnas y sube a las tumbas de faraones, reinas, cortesanos-, las pirámides de Gizah -que se alzan sobre la extensión urbana de El Cairo y las áridas llanuras que la rodean- y el valle de los reyes con sus tumbas. Muy al sur de Asuán, se encuentran los templos de Abu Simbel.
En la capital del país, El Cairo, con sus más de 20 millones de habitantes y un tráfico caótico, no puedes perderte el Museo Egipcio. Podrás visitar también el gran bazar de Jan el-Jalili, visitar el barrio Copto y subir a la Ciudadela de Saladino para ver la Mezquita de Muhammad Ali.
En el Mar Rojo podrás hacer submarinismo y fascinarte con acantilados de coral, peces de colores y naufragios. Podrás explorar los restos del carguero Thistlegorm, de la II Guerra Mundial, uno de los pecios mejor conservados.
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Túnez
Túnez es un país misterioso y encantador que cuenta con un patrimonio histórico excepcional, playas cristalinas y un desierto fascinante con dunas infinitas y colores únicos.
La capital, Túnez, es una ciudad construida por los colonos franceses en el s.XIX y es una cuadrícula europea ordenada. En su corazón está la medina del s.VIII con laberínticas callejuelas y enormes puertas con arcos de herradura. Asimismo, podrás visitar el Museo del Bardo que, con más de 100 años de historia, es el museo más importante de Túnez y uno de los grandes de África. Alberga una famosa colección de mosaicos romanos extraídos principalmente de Cartago, Sousse y Dougga; objetos fenicios y cerámica islámica antigua.
Cartago es una de las mejores visitas de Túnez. Puedes visitar el Museo Nacional de Cartago, las termas de Antonino, y el anfiteatro romano. No queda gran cosa de la que fuera la capital del imperio cartaginés, así que está bien hacer la visita por los restos arqueológicos con un guía.
Tozeur es la puerta de entrada al desierto del Sáhara y el oasis más grande del país. Desde aquí podrás hacer excursiones a Chott el-Jerid -el lago salino más grande del país-, las Dunas de Douz, el Cañón de Mides y Chebika. Entre excursión y excursión podrás descansar bebiendo té de menta al fresco.
No puedes irte de Túnez sin visitar la Gran Mezquita de Kairouan y el antiguo anfiteatro romano de El Djem, donde se rodó la película El gladiador. Hablando de películas, George Lucas utilizó de escenario para Star Wars el pueblo Matmata, un antiguo pueblo bereber repleto de casas subterráneas y excavadas por la roca, en pleno desierto.
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